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miércoles, 2 de marzo de 2011

Creación de Santi.


JUAN SIN MIEDO

Este era un joven llamado Juan, que había nacido con el privilegio de no sentir miedo de nada, por lo que todos le conocían con el sobrenombre Juan Sin miedo. Un día tuvo necesidad de su pueblo para recorrer el mundo, deseoso de hallar algo que le hiciera sentir miedo .Una noche se detuvo en el bosque a descansar y encendió un buen fuego. A otro cualquiera le hubiera causado cierto temor estar a solas, a aquellas horas en un país desconocido, pero como ya sabemos no tenía temor a nada y se durmió enseguida. Cuando amaneció, Juan Sin- miedo divisó un negro castillo en una colina al borde del mar, y al poco rato vio que un hombre se acercaba al camino y Juan le preguntó:
- Buen hombre, ¿podríais decirme qué castillo es ese?
- ¡cómo! ¿No lo sabéis? Es un castillo abandonado, donde nadie tiene el valor de permanecer por una noche.
Entonces vio al rey, y el rey le dijo, que si pasase tres noches seguidas se casaría con su hija.
Juan Sin miedo entró, en el castillo y se preparó para dormir allí, se acostó en una cama mullida y grande, había un silenció tan grande en la mansión tenebrosa, que solo se sentía el corazón del joven. Pero éste no tenía el menor miedo y se durmió tranquilamente. De repente unos fieros ruidos le despertaron y vio que partían tres gatos gigantes que amenazaban saltar sobre la cama, echando chispas por los ojos y enseñando sus garras Juan se levantó tranquilo y con su bastón, hizo huir a los gatos y volvió a acostarse. A la mañana siguiente, el rey se admiró mucho de que el muchacho no hubiera sentido miedo.
Cuando llegó la segunda noche, Juan estaba sentado en un cómodo sillón cuando oyó un pesado arrastrar de cadenas y enseguida apareció un horripilante fantasma capaz de asustar a cualquiera, pero este se echó a reir y le dijo al fantasma que no hiciera tanto ruido porque quería dormir. Al día siguiente el rey se extrañó de que hubiera aguantado otra noche y dijo, en esta tercera noche se morirá de miedo. Llego nuevamente la noche y Juan Sinmiedo. Llego nuevamente la noche y Juan Sinmiedo oyó una voz que venía del interior de la chimenea y que decía : ¡Ahora bajo! Entonces cayó por el hueco de la chimenea una pierna humana, luego otra, más tarde los brazos, enseguida la cabeza y el cuerpo y cuando cayó en el suelo el último trozo , se reunieron solos y formaron el más espantable gigante que se halla visto. El joven con calma le dijo: acércate al fuego que esta noche hace mucho frío, y se fue. Al día siguiente el rey concedió casar con su hija con Juan Sinmiedo . Una noche , mientras dormía, la princesa le echo agua en la cara y Juan despertó muy asustado, poniéndose en pie de un salto. Por primera vez Juan , en su vida había sentido miedo y todos vivieron felices y comieron perdices.

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