Cuando María y su padre emprendieron un nuevo viaje pasaron por una tienda en la que había coches muy bonitos y compraron uno. Era de color negro por fuera y blanco en el interior. Su tamaño era grande, podían caber más o menos siete personas.
En este coche, nuestros personajes llegaron a un nuevo pueblo. De repente apareció una limusina y chocaron con ella. Resulta que allí iba el alcalde del pueblo que mandó a la cárcel al padre de María y a ella la envió a un internado en el que había niños muy feos y muy guarros.
El padre de María se dio cuenta de que el alcalde era malísimo porque tenía a la luna y a todos los planetas del Sistema Solar encerrados en un planetario, aunque el sol era de mentira. Su padre lo descubrió porque había un agujero en el techo y lo vio. Entonces llamó a los guardias para que lo viesen ellos también y al hacerlo, metieron al alcalde en la cárcel y liberaron a María y a su padre. También dejaron libres a todos los planetas del Sistema Solar.
En este coche, nuestros personajes llegaron a un nuevo pueblo. De repente apareció una limusina y chocaron con ella. Resulta que allí iba el alcalde del pueblo que mandó a la cárcel al padre de María y a ella la envió a un internado en el que había niños muy feos y muy guarros.
El padre de María se dio cuenta de que el alcalde era malísimo porque tenía a la luna y a todos los planetas del Sistema Solar encerrados en un planetario, aunque el sol era de mentira. Su padre lo descubrió porque había un agujero en el techo y lo vio. Entonces llamó a los guardias para que lo viesen ellos también y al hacerlo, metieron al alcalde en la cárcel y liberaron a María y a su padre. También dejaron libres a todos los planetas del Sistema Solar.
Trabajo de Dani.
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