EL MUNDO DE LAS ABEJAS
Los antófilos son un grupo de insectos himenópteros, sin ubicación en categoría taxonómica, dentro de la superfamilia . Se trata de un linaje con más de 20.000 especies conocidas. Es posible que haya muchas más especies que aún no han sido descritas. Se las encuentra en todos los continentes. Están adaptadas para alimentarse de polen y néctar, usando el primero fundamentalmente para alimento de las larvas y el segundo como material energético. La especie mejor conocida por todos es la abeja doméstica, a veces simplemente llamada "abeja". Esta especie es un insecto social que vive en enjambres formados por tres clases de individuos: reina, obreras y zánganos. Sin embargo, la mayoría de las especies de abejas son solitarias, es decir que no forman enjambres. Existen también un número de especies semisociales, con capacidad de formar colonias, por ejemplo los abejorros. Estas colonias no llegan a ser tan grandes ni duraderas como las de la abeja doméstica.
Las abejas son los polinizadores más importantes de las plantas con flores. Se calcula que la tercera parte de los alimentos humanos son polinizados por insectos, fundamentalmente abejas.
La mayoría de las abejas son de cuerpo velludo con pelos plumosos; llevan una carga electrostática. Todo esto ayuda a que el polen se adhiera a su cuerpo. Con sus patas transfieren el polen a las canastas de polen que pueden ser de dos tipos. Algunas especies de abejas son muy especializadas y colectan polen de unas pocas especies de plantas, otras son generalístas y visitan muchos tipos de flores diferentes. Pero en general visitan flores de una sola especie por un período de tiempo antes de ir a otra especie, lo cual es beneficioso para las plantas que requieren polen de la misma especie para su fecundación. La abeja posee dos antenas (órganos del olfato), que le sirven para localizar las flores, y dos pares de alas, muy delgadas, que permiten a algunas especies largos vuelos de hasta 12 KM
La abeja fósil más antigua conocida (encontrada en ámbar de Birmania y descripta en 2006) pertenece al Cretácico temprano, presenta caracteres muy primitivos que la relacionan con las avispas. Se la denominó Melittosphex burmensis y se calcula que su edad es de alrededor de 100 millones de años. Tiene caracteres especializados, apomorfias, típicos de Anthophila o sea de abejas, pero además conserva dos caracteres ancestrales o plesiomorfias de las patas (dos espolones tibiales y un basitarso delgado), éstos son caracteres de transición entre las abejas y otros grupos de himenópteros. Otra abeja fósil descubierta en ámbar es Cretotrigona prisca de Nueva Jersey, Estados Unidos; su edad se calcula entre 65 y 75 millones de años, a fines del Cretácico o sea alrededor de 30 millones de años más reciente que Melittosphex burmensis. Es un miembro de la subfamilia Meliponinae en la familia Apidae y es considerada una especie más avanzada evolutivamente.
Los primeros polinizadores no fueron abejas sino escarabajos y o moscas, es decir que el síndrome floral de polinización ya estaba bien establecido cuando aparecieron las abejas. Lo importante es que éstas desarrollaron especializaciones o adaptaciones a esta función lo que las llevaron a ser los polinizadores más eficientes de las flores. Es posible que la aparición de estas adaptaciones haya motivado o contribuido a la radiación adaptativa de las plantas con flores (Magnoliophyta), contribuyendo a su vez al aumento de la biodiversidad de las abejas.
Las abejas son los polinizadores más importantes de las plantas con flores. Se calcula que la tercera parte de los alimentos humanos son polinizados por insectos, fundamentalmente abejas.
La mayoría de las abejas son de cuerpo velludo con pelos plumosos; llevan una carga electrostática. Todo esto ayuda a que el polen se adhiera a su cuerpo. Con sus patas transfieren el polen a las canastas de polen que pueden ser de dos tipos. Algunas especies de abejas son muy especializadas y colectan polen de unas pocas especies de plantas, otras son generalístas y visitan muchos tipos de flores diferentes. Pero en general visitan flores de una sola especie por un período de tiempo antes de ir a otra especie, lo cual es beneficioso para las plantas que requieren polen de la misma especie para su fecundación. La abeja posee dos antenas (órganos del olfato), que le sirven para localizar las flores, y dos pares de alas, muy delgadas, que permiten a algunas especies largos vuelos de hasta 12 KM
La abeja fósil más antigua conocida (encontrada en ámbar de Birmania y descripta en 2006) pertenece al Cretácico temprano, presenta caracteres muy primitivos que la relacionan con las avispas. Se la denominó Melittosphex burmensis y se calcula que su edad es de alrededor de 100 millones de años. Tiene caracteres especializados, apomorfias, típicos de Anthophila o sea de abejas, pero además conserva dos caracteres ancestrales o plesiomorfias de las patas (dos espolones tibiales y un basitarso delgado), éstos son caracteres de transición entre las abejas y otros grupos de himenópteros. Otra abeja fósil descubierta en ámbar es Cretotrigona prisca de Nueva Jersey, Estados Unidos; su edad se calcula entre 65 y 75 millones de años, a fines del Cretácico o sea alrededor de 30 millones de años más reciente que Melittosphex burmensis. Es un miembro de la subfamilia Meliponinae en la familia Apidae y es considerada una especie más avanzada evolutivamente.
Los primeros polinizadores no fueron abejas sino escarabajos y o moscas, es decir que el síndrome floral de polinización ya estaba bien establecido cuando aparecieron las abejas. Lo importante es que éstas desarrollaron especializaciones o adaptaciones a esta función lo que las llevaron a ser los polinizadores más eficientes de las flores. Es posible que la aparición de estas adaptaciones haya motivado o contribuido a la radiación adaptativa de las plantas con flores (Magnoliophyta), contribuyendo a su vez al aumento de la biodiversidad de las abejas.
no entiendo nada d nada pero tiene buena pinta
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