Ricardo Elicer Neftalí Reyes Basalto,nació en Chile el 12 de julio de 1904, y murió en Santiago de Chile el 23 de septiembre de 1973. Fue un poeta y un militante chileno y está considerado uno de los mejores y más influyentes artistas del siglo XX. También fué senador de la república e incluso precandidato a la presidencia de su país. Obtuvo el premio Nobel de Literatura en 1971 y un Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Oxford.
Su madre murió muy joven de tuberculosis y su padre alcanzó el cargo de ferroviario en Temuco. Neruda amaba la naturaleza, durante sus recorridos en tren hacía Boroa, de estos viajes emerge en él una poética de la desesperanza, de la soledad del ser humano y del amor, que dieron lugar al libro “Veinte poemas de amor y una canción desesperada”.
Neruda estudió Humanidades y Pedagogía en idioma francés y fue cónsul en varias ciudades.
Durante la guerra civil española se comprometió con el movimiento republicano, primero en España y luego en Francia. Fue amigo de García Lorca. Tuvo una destacada carrera política que le llevó al exilio viviendo en las ciudades de Capri y Nápoles, regresando a Chile el 12 de agosto de 1952. Es nombrado Miembro Honorario de la Academia Chilena de la lengua en 1969. Y renuncia a ser candidato del partido comunista en favor de Salvador Allende que ganó las elecciones chilenas de 1970. El 21 de octubre de 1971 viajó a Estocolmo para recibir el Premio Nobel de Literatura. Murió en Santiago de Chile de un cáncer de Próstata, su cuerpo fué enterrado en su casa de Isla Negra, lugar donde se encuentran todas sus pertenencias que están administradas por la Fundación Neruda.
El crítico literario Harold Bloom dijo de él “ Ningún poeta del hemisferio occidental de nuestro siglo admite comparación con él”, considerándolo uno de los veintiséis autores mejores de la literatura occidental de todos los tiempos.
Para que tú me oigas, mis palabras se adelgazan a veces como las huellas de las gaviotas en las playas. Collar, cascabel ebrio para tus manos suaves como las uvas. Y las miro lejanas mis palabras. Más que mías son tuyas. Van trepando en mi viejo dolor como las yedras. Ellas trepan así por las paredes húmedas. Eres tú la culpable de este juego sangriento. Ellas están huyendo de mi guarida oscura. Todo lo llenas tú, todo lo llenas. Antes que tú poblaron la soledad que ocupas, y están acostumbradas más que tú a mi tristeza. Ahora quiero que digan lo que quiero decirte para que tú me oigas como, quiero que me oigas. El viento de la angustia aún las suele arrastrar. Huracanes de sueños aún a veces las tumban. Escuchas otras voces en mi voz dolorida. Llanto de viejas bocas, sangre de viejos súplicas. ámame, compañera. No me abandones. Sígueme. Sígueme, compañera, en esa ola de angustia. Pero se van tiñendo con tu amor mis palabras. Todo lo ocupas tú, todo lo ocupas. Voy haciendo de todas un collar infinito para tus blancas manos, suaves como las uvas.
(poema de Dani).
A Callarse
Ahora contaremos doce
y nos quedamos todos quietos.
Por una vez sobre la tierra
no hablemos en ningún idioma,
por un segundo detengámonos,
no movamos tanto los brazos.
Seria un minuto fragante,
sin prisa, sin locomotoras,
todos estaríamos juntos
en una inquietud instantánea.
Los pescadores del mar frío
no harían dañó a las ballenas
y el trabajador de la sal
miraría sus manos rotas.
Los que preparan guerras verdes,
guerras de gas, guerras de fuego,
victorias sin sobrevivientes,
se pondrían un traje puro
y andarían con sus hermanos
por la sombra, sin hacer nada.
No se confunda lo que quiero
con la inacción definitiva:
la vida es solo lo que se hace,
no quiero nada con la muerte.
(Poema de Nico).
La luz que de tus pies sube a tu cabellera...
La luz que de tus pies sube a tu cabellera,
la turgencia que envuelve tu forma delicada,
no es de nácar marino, nunca de plata fría:
eres de pan, de pan amado por el fuego.
La harina levantó su granero contigo
y creció incrementada por la edad venturosa,
cuando los cereales duplicaron tu pecho
mi amor era el carbón trabajando en la tierra.
Oh, pan tu frente, pan tus piernas, pan tu boca,
pan que devoro y nace con luz cada mañana,
bienamada, bandera de las panaderías,
Una lección de sangre te dio el fuego,
de la harina aprendiste a ser sagrada,
y del pan el idioma y el aroma.
(Poema de Alba)
Cuando sonó la trompeta, estuvo
todo preparado en la tierra,
y Jehova repartió el mundo
Ford Motors, y otras entidades:
se reservó lo más jugoso,
la costa central de mi tierra,
la dulce cintura de América.
Bautizó de nuevo sus tierras
Bautizó de nuevo sus tierras
como Repúblicas Bananas.
(Poema de Angie).
|
Pablo Neruda |
Por las montañas vas como viene la brisa...
Por las montañas vas como viene la brisa
o la corriente brusca que baja de la nieve
o bien tu cabellera palpitante confirma
los altos ornamentos del sol en la espesura.
Toda la luz del Cáucaso cae sobre tu cuerpo
como en una pequeña vasija interminable
en que el agua se cambia de vestido y de canto
a cada movimiento transparente del río.
Por los montes el viejo camino de guerreros
y abajo enfurecida brilla como una espada
el agua entre murallas de manos minerales,
hasta que tú recibes de los bosques de pronto
el ramo o el relámpago de unas flores azules
y la insólita flecha de un aroma salvaje.
(Poema de Paula)